El inefable Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales, elogiado por Lostri, sigue dando que hablar, y siempre para mal. Como se sabe, últimamente se tomó muy a mal el pedido de publicar sus órdenes del día, que se supone que sirven para que vecinos y demás víctimas se puedan enterar de qué se tratará. Pero el CAAP no quiere de ninguna manera que esto suceda, con lo que sus comunicaciones vía web son un misterio.
Como ejemplo, sirva la del último encuentro del organismo que decide qué edificio anterior a 1941 se puede demoler y qué pieza se recomienda para catalogar. Para el 23 de octubre se anunció que se trataría una propuesta de instrumentos normativos de parte de las instituciones integrantes, además de “casos a evaluar: Chorroarín 134, Agronomía, y otros”. Este escueto telegrama oculta que en realidad se terminó hablando de 36 edificios concretos. ¿Cuántos se protegieron? Unito solito… lo que explica el fondo de los elogios de Lostri.
A 34 permisos de demolición, que incluyen por ejemplo direcciones como México al 600, pegadito al APH 1 y en plena área de amortiguación en tratamiento de la Legislatura, se le opone una cautelar al edificio de Mario Bravo 513, esquina Corrientes. La otra nota protesta porque el edificio de Pavón 3174 está tan maltratado y demolido que no pueden “realizar la valoración patrimonial” y solicitan que “de corresponder” se apliquen sanciones.
Al pie de las firmas –que incluyen el del titular, el director general Ramón Ledesma, que pone el sello pero nunca va– figura una leyenda que avisa que cinco instituciones todavía no enviaron representantes al Consejo. Entre las que faltan están nada menos que la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, y, para vergüenza y desconcierto generales, la Comisión de Patrimonio de la Legislatura porteña.