A Río (de la Plata) revuelto ganancia de legisladores.
Increíblemente, se votó un convenio urbanístico más de lo que los legisladores saben y lo que comunicó la prensa. Ésto permitirá construir una torre de 20 pisos sobre un petit hotel protegido por el pasaron figuras históricas que van desde Walt Disney hasta Perón y Evita.
El día 2 de diciembre, durante la sesión maratónica en la que se aprobó la venta de los terrenos públicos de Costanera Norte, se habilitaron torres en Costanera Sur y se votaron 10 convenios urbanísticos para construir en altura en Buenos Aires. Sin embargo, la lista de torres aprobadas que se dio a conocer por la prensa y algunos legisladores es de 9 convenios urbanísticos.
Al comienzo de la sesión se discutieron 11 convenios urbanísticos y se decidió dejar 2 de lado. El legislador Daniel Del Sol, presidente de la Comisión de Planeamiento anunció una modificación al proyecto de ley a votar quitando las excepciones al código sobre el Petit Hotel de 11 de Septiembre 1535 y Av. Corrientes y Gallo, dónde los vecinos quieren una plaza.
1:53 minutos de la transmisión de la sesión
Posteriormente, la sesión se vio varias veces interrumpida por negociaciones de último momento entre la UCR y el PRO. Al finalizar, el legislador Diego García Vilas, Presidente del Bloque Vamos Juntos, aclara que se incluirá nuevamente a 11 de Septiembre 1535 en la votación.
5:53 minutos de transmisión de la sesión.
Esta maniobra le permitirá a Eduardo Cohen Watkins, actual propietario del lote y financista de la campaña de Mauricio Macri, construir una torre de 20 pisos sobre patrimonio urbano protegido. Mientras tanto, los vecinos de 11 de Septiembre 1535 están siendo doblemente victimizados: ven con estupor como legisladores de la oposición y la prensa hablan de 9 convenios votados en lugar de 10, silenciando su reclamo vecinal.
Este convenio permitirá la construcción de una torre de 20 pisos en el patio y pulmón de la manzana de la residencia. Sin embargo, el lote ya está catalogado como patrimonio de Buenos Aires con nivel de protección cautelar; ley que no permite este tipo de intervenciones contrarias a la volumetría original conocidas cómo ¨arquitectura parasitaria¨.
Este Petit Hotel fue construido en 1925 por el arquitecto José Abuaf en estilo neoclásico, su interior se distingue por contar con revestimientos de mármol, hogar a leña, escalera estilo inglés y detalles en madera de caoba y nogal. Originalmente fue el petit hotel de la familia Breyer, dueña de una centenaria casa de pianos que persiste al día de hoy.
Según Ale Ojeda, Actor e Investigador cinematográfico; En los ‘40 la casa fue adquirida por Miguel y Lina Machinandiarena, matrimonio propietario de los estudios cinematográficos San Miguel, referencia ineludible de la edad de oro del cine argentino. A partir de ese momento la residencia se convirtió en lugar de encuentro de figuras de la argentina y el mundo: Disney, Perón, Evita, Raúl Soldi, Gori Muñoz entre otros.
En 1945 Eva Duarte protagonizó la película ¨La Pródiga¨, producida en Estudios San Miguel. Antes del estreno comercial se hizo una proyección de la película para Peron y Evita en el microcine de petit hotel; como a Eva no le gustó y Perón consideró que no era el momento para estrenarla, Machinandiarena les entregó la copia y los negativos del film al matrimonio Perón como regalo de casamiento.
Años más tarde, la familia vendió el inmueble que pasó a ser sede del Banco Mercantil. Ya en el siglo XXI, se transformó en la residencia del matrimonio entre Garfunkel y Vanucci. Pero este debió venderla por problemas económicos. Según la revista Noticias, en septiembre de 2019 la residencia fue adquirida por 3 millones de dólares (la mitad de su valor real) por el empresario y amigo del expresidente Mauricio Macri, Eduardo Cohen Watkins.
Si bien la casa no es demolida: es un caso más de arquitectura parasitaria: Vecinos y ONGs denuncian que el GCBA autoriza sistemáticamente intervenciones en edificios protegidos que desnaturalizan el patrimonio arquitectónico e incumplen la legislación vigente. Varias de las intervenciones aprobadas en la ciudad crecen como parásitos urbanos; materializan volúmenes que avanzan sobre pulmones de manzanas, jardines y espacios urbanos. Las obras reducen la superficie absorbente y verde además de alterar las condiciones de asoleamiento y ventilación. La arquitectura parásita se sirve del valor urbano del edificio anfitrión para posicionarse en el mercado inmobiliario. Paradójicamente; suelen asociarse el valor patrimonial del bien y su entorno urbano como valor agregado al proyecto inmobiliario.
Referencias:
Para más información se puede consultar el comunicado anterior; Alerta por el ex Petit Hotel de Garfunkel y Vanucci; El GCBA impulsa en la Legislatura una excepción para que un amigo de Macri, Eduardo Cohen Watkins, pueda construir una torre sobre patrimonio arquitectónico.
Testimonio de Vecino tras la votación del Jueves 2 de Diciembre:
El jueves 2 de diciembre fue de luto absoluto para todos los que amamos la ciudad, el patrimonio, y los derechos igualitarios y queremos respetar las normas que nos rigen, por ser necesarias para una sociedad ordenada y civilizada, y en marco de un respeto por las instituciones.
Todos los que estábamos angustiados, desolados, y en total shock, por lo que parecía un chiste del mal gusto; las aprobaciones que estaban en la lista para dicha sesión, estuvimos en vivo siguiéndola minuto a minuto, la que ya estaba bien titulada “las más escandalosa en años” y lo fue.
Fue llamativo de la forma que tan rápida y que con tanta “liviandad” fueron tratados por el oficialismo, temas de alta complejidad para la ciudad, insistiendo en la importancia de recaudación de fondos necesarios, para reactivar el centro porteño devenido a menos por la pandemia.
Parecía algo de ficción, pero no, estaban votando todas excepciones al código, ilegalidades que se van a construir atropellando las leyes constitucionales y evitando requisitos previos que pide la ley antes de llegar a la legislatura. Acá, lo más insólito, es que entre la aprobación de los convenios urbanísticos de costa salguero y punta carrasco , el de costanera sur y la firma IRSA, los 11 convenios urbanísticos y desarrolladores, estaba incluido en el listado el blanqueo de todas las obras fuera de código de CABA.
Pero un gran detalle que pasó por alto y a los que estuvimos atentos toda la sesión, rogando porque hubiera un mínimo de conciencia, y esperanza por las personas que nos representan que pensaran un poco en los vecinos de la ciudad, fuimos testigo de algo más que relevante.
Al darle la palabra al miembro informante Daniel Del Sol, el vicepresidente del bloque “Vamos juntos”, nos quedamos todos felizmente sorprendidos, que quedaban afuera de esta brutal y aberrante aprobación al menos, 2 convenios urbanísticos de los 11 que estaban inicialmente en el listado.
Los vecinos de Belgrano ya estaban festejando la gran noticia, ya que el 100% de ellos vivía con total angustia, el impacto que iba tener sobre el entorno del barrio, la destrucción del petit hotel de principio del siglo y de gran valor para el patrimonio porteño, ubicado en la calle 11 de septiembre 1535. Los vecinos de dicho terreno y de las manzanas inmediatas han acudido desesperados a las ONG y organizaciones barriales, para que hicieran algo al respecto.
Cualquiera que camina por dicha cuadra, puede apreciar la belleza de su construcción, su gran aporte al conjunto del barrio, la continuidad de diálogo urbano con su casa vecina contemporánea y de estilo, en este caso “neo tudor”, con una misma protección cautelar, y a esa hermosa manzana luminosa, al menos hasta hoy, enriquecida con una gran arboleda de plátanos, enalteciendo una rica imagen urbana.
Sumado a que con la intervención próxima, que significa una falta de respeto a su arquitectura antigüa de estilo neoclásico, y a que su construcción no permitida por el código pasa por alto la cautelar de protección que esta misma legislatura votó, impacta fuertemente al desmejoramiento del barrio y la manzana, quitando luz y ventilación a los vecinos linderos, destruyendo el pulmón de manzana conformado, y atentando contra los pocos edificios históricos que mantiene en pie nuestra ciudad, convirtiéndose en un ejemplo más, de destrucción del medio ambiente, colaborando al crecimiento de la “isla de calor”.
Lo más llamativo, es que en esta misma sesión, una legisladora oficialista enumeró todos estos adjetivos atropellados en esta intervención, aludiendo orgullosa que ella misma presentó en conjunto con su bloque, para dejar clara a la normativa vigente, la definición de la figura de “convenio urbanístico” definiéndolo como ejemplo superador en términos urbanísticos, morfológicos, paisajísticos, arquitectónicos, ambientales y sociales.
La felicidad duró poco, pero solo para los que estuvimos atentos. Porque la gran mayoría de los ciudadanos, periodistas y diarios, sigue pensando que lo que se aprobó en dicha sesión, siguen siendo 9 convenios urbanísticos firmados con desarrolladores para la construcción de torres en CABA, que son excepciones al código de edificación. Incluso, no solo hay errores de publicación en varios periódicos, insólitamente han dado diferentes entrevistas en radios, legisladores presentes en dicho recinto, que han votado la ley y siguen nombrando los dos convenios como si se hubieran dado de baja y que no fue así. Solo uno de ellos, quedó afuera.
Al final de la sesión, minuto antes de la votación, después de acaloradas discusiones, y sin una vuelta atrás, para hacer entrar en razón a todos lo que apoyaban a esta siniestra aprobación que desfavorecerá ampliamente a los ciudadanos porteños, después de 6 largas horas, tomó la palabra el presidente del bloque de vamos juntos, Diego García de García Vilas, añadiendo una última modificación a la ley. Quedaba nuevamente dentro del listado de convenios que estaban por aprobarse, el de 11 de septiembre 1535 que al comenzar la sesión lo habían dado de baja, el mismo bloque.
En todo el recinto, de los 56 legisladores presentes, no hubo uno solo que se preguntara a qué se debía tal modificación y al menos pedir una explicación al respecto, antes de proseguir con la votación.
A lo que todos nos preguntamos ¿les da los mismo subir o bajar un convenio de tanta importancia al patrimonio arquitectónico de la ciudad? ¿están jugando con los vecinos? ¿hay arreglos internos? ¿es seria la legislatura? ¿quisieron engañarnos? ¿será que el desarrollador de este emprendimiento, Cohen Watkins, mejor amigo de Mauricio Marcri, tiene tanto peso en las decisiones del jefe de Gobierno, que aunque sea un proyecto ilícito que solo ofrezca desmejoras para el barrio, vecinos linderos y una pérdida al patrimonial y cultural para la ciudad tengo vía libre?
Es realmente lamentable y grave lo que estamos viviendo en términos democráticos. Parece que los porteños ya nos estamos amparados por ninguna ley, porque se flexibilizan y se cambian a medida de unos pocos, los desarrolladores inmobiliarios y empresarios vinculados a las personas que nos gobiernan.
La ciudad hoy está de luto ante tanta impunidad.