Un freno a la tala urbana
Ante el espectáculo de árboles de 120 años arrancados con topadoras, un juez porteño dio ayer un amparo que frena “la destrucción”.
La Justicia porteña dispuso paralizar las obras de la estación Plaza Francia de la línea H del subterráneo, debido a la “destrucción” del lugar y que se están arrancando de cuajo árboles con 120 años de antigüedad. El juez Guillermo Scheibler aceptó el amparo pedido por la ONG Basta de Demoler, que ayer a la tarde realizó un abrazo a la plaza frente al obrador, y prohibió que se siga excavando o se toquen los árboles.
La medida cautelar fue dirigida específicamente al Ministerio de Desarrollo Urbano y a Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado, responsables de la obra. La línea H llegará a Recoleta, según el calendario oficial, en 2015, pero ya generó dos polémica fuertes relacionadas con los parques de la zona. Una fue la completa destrucción de la arboleda de la Plaza Emilio Mitre, en Las Heras y Pueyrredón, para la excavación de un garage subterráneo. Esta estructura fue presentada como la primera parte de las obras de la futura estación del subte, que incluirá locales comerciales bajo tierra. Un amparo demoró considerablemente los trabajos, pero no pudieron salvar los árboles, arrancados para bajar los costos.
La siguiente estación en la línea está planeada en medio de la Plaza Intendente Alvear, tierra adentro desde la esquina de Pueyrredón y Libertador. Basta de Demoler no pudo obtener información sobre por qué se eligió un lugar tan retirado físicamente de calles y veredas, opción que implicó destruir buena parte de la arboleda. La parquización de esta plaza es, de hecho, de las más viejas de la Ciudad. El entorno de Recoleta fue intervenido por primera vez por Bernardino Rivadavia, primer presidente de Argentina, que contrató al botánico Alexander Sacks. Varios de los impresionantes gomeros del lugar provienen de esos trabajos, hace casi dos siglos.