BILLETERA MATA PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
Una ley de emergencia esta siendo ¨demolida¨ para que se habilite la demolición real del patrimonio de la ciudad.
Mediante esa ley, de los aproximadamente 140.000 edificios construidos antes de 1941, se han evaluado y puesto en un catalogo preventivo provisorio solo el 5%.
Sin embargo este modesto porcentaje enfurece a la corporación inmobiliaria que no ha escatimado medios para suprimir esta humilde protección que se venia prorrogando con batallas sucesivas desde hace cuatro años.
Ahora y bajo el paraguas del 64% de los votos, el ejecutivo de la ciudad ha ordenado a su tropa de legisladores que se oponga a la prorroga y parece también haber presionado a diputados ajenos para consumar la inevitable desaparición de nuestro patrimonio edilicio.
Ese recurso económico genuino, el único que tiene la ciudad, y que el mismo Gobierno hipócritamente promociona en sus campañas de fomento turístico, no va a ser reemplazado por un estudiado plan urbano, o por viviendas al alcance de todos, o por la revitalización de sectores olvidados. Será reemplazado por la pura especulación, por el blanqueo de dinero, por la arquitectura falta de calidad que se levantará en las parcelas de más valor que son las que dan el rédito inmediato.
Poco importa a los legisladores que la Constitución de la Ciudad y de la Nación digan que es deber del estado proteger el patrimonio, si ni siquiera importan los daños que las demoliciones irresponsables conllevan.
Desde 2008 han ocurrido 23 derrumbes y ocho muertes, y 13 de ellos con cuatro muertos solo en 2011. Todos ellos evitables aplicando los controles pertinentes.
Ahora Van por todo.