Esta semana, el defensor adjunto Gerardo Gómez Coronado emitió una resolución pidiendo al ministro Santilli lo que, cortésmente, puede traducirse como un poquito de coherencia en sus acciones, un mínimo de planeamiento, consulta y justificación.
El defensor define el problema como un azaroso proceso en el que “los adoquines están siendo removidos de las calles para ser reemplazados por asfalto, estando en muchos casos en perfecto estado, lo que genera dudas sobre la necesidad de esas obras”. Estos casos se ven constantemente en Palermo, Caballito, Flores, Villa Crespo, Floresta y Parque Patricios, para mencionar los casos en que hubo movilizaciones y protestas.
El defensor menciona la Ley 65, que protege estas superficies, y el amparo de San Telmo para detener las obras, tan exitoso que generó el ya famoso cartel que dice “obra paralizada por orden judicial” (que fue retirado una vez que se publicó en este suplemento). Gómez Coronado, que sabe mucho de geografía urbana, explica que las calles porteñas se dividen principalmente en la red primaria y la secundaria, la primera formada por autopistas y avenidas rápidas, la segunda por las calles y las avenidas de mano única que sirven de colectoras y comunicadores hacia la primaria. La mayoría de las calles, sin embargo, pertenece a la red terciaria y en ésas es donde “resulta evidente. que la presencia del adoquinado no afecta la circulación vehicular y por el contrario tiene una serie de ventajas, como la de contribuir al escurrimiento del agua”.
La recomendación es que “es conveniente conservar los adoquines existentes, reparándolos en los casos en que haga falta, al menos en las arterias que forman la red terciaria”. En los otros casos, hay que consultar y por eso la resolución recomienda a Santilli que haga mantener el empedrado de las calles de la red terciaria, que consulte a Planeamiento Urbano –su colega Lostri– qué hacer con las calles de la red secundaria “para obtener su opinión desde el punto de vista patrimonial” y que consulte a las comunas toda obra relacionada con los adoquines.