«Pensador atacado» (Por Página12)
En un acto de vandalismo notable, la escultura El Pensador, de Auguste Rodin, amaneció ayer pintada de un rosa vívido y con su basamento cubierto con graffiti. Sobre el brazo izquierdo, la figura exhibe el signo de “femenino” y a primera vista la pintura es esmalte sintético, de aerosol, particularmente dañino para el bronce de la famosa pieza.
El Pensador fue creado por el francés Rodin en 1880 como parte del conjunto “Las puertas del infierno”, basado en La Divina Comedia de Dante, que iba a ser colocado en un museo parisino que nunca se construyó. Rodin retomó la figura en 1906 e hizo fundir el primer Pensador a la cera perdida en el taller de Alexis Rudier. Poco después, el entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes Eduardo Schiaffino encargó otra para la escalinata del Congreso de Buenos Aires.
Existen otras tres fundiciones –no copias, ya que todas se consideran originales– en Estados Unidos y Francia. Recientemente se debatió colocar la escultura en el Congreso, para que no estuviera expuesta justamente a este tipo de ataques. La restauración del Rodin es materia de especialistas, por lo que ahora la situación resulta muy preocupante. Varios expertos vienen alertando sobre el tratamiento que últimamente el gobierno porteño les está dando a las piezas de arte público. En ciertos casos fueron atacadas con amoladoras, en otras simplemente pintadas con esmalte negro.
foto: Leandro Teysseire
Vandalismo: atacaron la escultura “El Pensador » (Por Clarín)
Pintura y grafitis contra una obra de Rodin. Apareció con pintura roja y verde en su emplazamiento de Plaza Lorea, a metros del Congreso. La obra, de 1906, es una de las dos réplicas fundidas del mismo molde original que hay en el mundo.
En rigor, El Pensador porteño fue adquirido por Eduardo Schiaffino a principios del siglo pasado, cuando el entonces director del Museo Nacional de Bellas Artes decidió incorporar obras de arte para exhibirlas en el espacio público de la Ciudad. La idea era destinarla al edificio del Congreso pero la demora en la construcción de ese edificio obligó a dejarla en la plaza de los Dos Congresos, que fue inaugurada para el Primer Centenario.
“ Y ahí quedó , desde hace décadas. Pero no debe ser así”, explicó Graciela Fernández, una de las primeras personas que alertó sobre el estado de El Pensador y que salió a reclamar que se cumpla una ley vigente desde 2008 que obliga al traslado de la escultura hasta la escalinata exterior del Congreso. Fernández, que colabora con “Salvemos Las Estatuas”, un grupo que defiende el patrimonio porteño, reclamó ayer que se cumpla con la norma y recordó que en el argumento del proyecto, firmado por Teresa de Anchorena y aprobado por la Legislatura porteña el 20 de noviembre de 2008, se destacaba puntualmente “que la escultura de Rodin había quedado totalmente fuera de escala en relación a las dimensiones de la plaza y de los otros monumentos que la rodean y que se encontraba estropeado y pintarrajeado ”, lo que aún genera que pase desapercibido y quede olvidado.