Por la city
Este martes, la Comisión de Planeamiento de la Legislatura porteña verá, por segunda vez, el proyecto de ley que crea el Area de Protección Urbana de la city porteña. El asunto tiene ya primera lectura y fue votado una vez, pero, como todo lo que sea proteger el patrimonio de nuestra castigada ciudad, tiene que ser votado dos veces. Con lo que aquí vamos de nuevo.
El proyecto es de Patricio Di Stefano, diputado por el PRO y presidente de la Comisión de Patrimonio, y es parte de una movida suya para que Buenos Aires tenga una zona de protección patrimonial que vaya de Parque Lezama a Plaza San Martín. El paso por Planeamiento es de los finales para que este APH empiece a ser realidad, pero no va a faltar polémica. Resulta que el radical Campos tiene una disidencia en un tema técnico, ya que la idea es poner en la city una altura máxima de construcción –de acuerdo con el entorno– y Campos quiere mantener el uso del FOT. Ambos campos señalan que la idea del otro es la que permite construir más y más alto, lo que ocurre siempre que entra al ruedo ese bicho incomprensible llamado FOT. Es que todo el mundo sabe cuánto son, digamos, veinte metros, pero nadie sabe cuál sería el Factor de Ocupación de un Terreno con lote consolidado, perímetro libre y niveles de cochera y ascensor. Es tan misterioso que existe la profesión de interpretador de estas cosas.
El problema es que el diputado Campos suele frenar cosas importantes por cuestiones como éstas. Ahí anda penando la ley que permitiría a los dueños de edificios patrimoniales vender su “aire”, los metros que nunca construirán por la catalogación. Esto es de enorme importancia porque levanta el argumento del “daño económico” que menea la piqueta. Pues Campos lo demora porque quiere un impuesto a ese nuevo objeto. Tal vez debería pensar que para cobrar el impuesto al sello no hace falta demorar la invención del sello, sino pasar más tarde otra ley tasándolo.
En fin, que la city tenga su ley de una vez para que se acabe el negoción de hacer torres ahí.