Estiman que 140.000 edificios anteriores a 1941 podrían desaparecer de la ciudad
«Así lo aseguró el Ministerio de Planeamiento Urbano a lanacion.com en caso de frustrarse un principio de acuerdo para prorrogar una ley que protege inmuebles de esa época; organizaciones vecinales buscan evitar más demoliciones; Macri quiere ampliar el casco histórico»
Por Valeria Vera
De la Redacción de lanacion.com VER NOTA EN LA NACIÓN
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«Todo lo que existe hoy, puede desaparecer mañana. Sin medias tintas, la frase refleja el trágico destino que podrían sufrir 140.000 edificios de la ciudad, construidos antes de 1941, en caso de que el 31 de diciembre próximo pierda vigencia la ley 3056, uno de los pocos mecanismos actuales de protección del patrimonio histórico y cultural de Buenos Aires.
La proximidad de la fecha mantiene en vilo a distintas organizaciones vecinales, entre ellas la ONG Basta de Demoler, que aprovechan la viralidad de Internet y las redes sociales para transmitir su preocupación y «contagiar» a otros porteños a sumarse a la iniciativa.
Concretamente, ésta última busca reunir firmas para solicitar la prórroga de la ley 3056, promulgada el año pasado, hasta que se complete el relevamiento del patrimonio de toda la ciudad, un proceso en manos del Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP), dependiente del Ministerio de Planeamiento Urbano del gobierno porteño, que se encarga de analizar el valor patrimonial de piezas arquitectónicas.
A esto se agrega, también, que muchas veces el marco legal vigente no basta para lograr un resguardo efectivo de los edificios. «En algunos casos hay demoliciones clandestinas; en otros, es el propio gobierno el que no cumple, como en la zona del cementerio de la Recoleta o la calle Defensa, el año pasado», denunció Pusso.
Por eso, Basta de Demoler adelantó que, más allá de lo que ocurra finalmente en la Legislatura, continuará con su propio estudio en algunas zonas que están en peligro y pedirá a dicho órgano una futura protección.
«Es urgente proteger el patrimonio de las avenidas, porque como en todas ellas se permite construir 15 pisos como mínimo, todas las edificaciones valiosas de menor altura están siendo demolidas», ejemplificaron.
Otras iniciativas de vecinos
Conscientes de que muchas veces los reclamos vía web actúan como alerta para proteger un bien histórico o cultural en riesgo, vecinos de Barracas impulsaron campañas on line para limitar la altura de las obras en cuadras de casas bajas y resguardar construcciones históricas del barrio. Y lograron avanzar.
Así, consiguieron salvar el Círculo de Obreros de Santa Lucía, en Montes de Oca 318, un edificio que se había reacondicionado hacía dos años, poniendo otra vez en funcionamiento la sala teatral para espectáculos y un espacio para confitería y muestras artísticas.
Mientras tanto, vecinos de San Telmo siguen adelante con la recolección de firmas, que ya supera las 3500, para rechazar «el impacto negativo e irreversible» que genera la construcción de la Torre Quartier, de 27 pisos en Garay y Chacabuco, en pleno casco histórico porteño.
Una acción similar llevan adelante desde el viernes pasado los miembros de Defendamos Buenos Aires con la campaña de 30.000 firmas para evitar la demolición de los emblemáticos edificios de La Imprenta y La Cuadra en el barrio de Palermo.
Asimismo, vecinos de la zona se reunirán esta tarde, a las 18 en la calle Jorge Newbery 1651, para participar de una tertulia con oradores y expertos sobre patrimonio y evitar que «la historia (de las demoliciones) se repita».
Qué dice el Código de Planeamiento Urbano
El CAAP es un organismo que asesora a la Dirección General de Interpretación Urbanística. Si bien no depende estrictamente de ella, actúan de manera coordinada dentro del Ministerio de Planeamiento Urbano porteño.
A través del gobierno de la ciudad, el CAAP recibe los pedidos de demolición de edificios por parte de particulares o empresas constructoras y se encarga de determinar si éstos poseen valor patrimonial. En caso de optar por preservarlos, los cataloga y aplica sobre ellos un grado de protección preventiva, que luego vuelve efectiva la propia Legislatura. En ese sentido, los edificios pueden asumir tres niveles:
Cautelar: resguarda solo lo que se ve desde el exterior (su fachada y algunos detalles arquitectónicos). Se lo puede restaurar e incluso aumentar su volumen.
Estructural: preserva los exteriores y su estructura original. Permite realizar pequeñas reformas, siempre y cuando no se altere dicha estructura.
Integral: no se puede modificar nada, ni su fachada ni su interior. Es el nivel más elevado y protege al edificio en todo su esplendor.
De lo contrario, el organismo hace lugar al pedido de demolición y autoriza su ejecución.
En ambos casos, su decisión es vinculante, es decir, obligatoria.