Causa perdida
La casa de Puan 123 será demolida, pese a la oposición férrea de los vecinos y a la llamativa irregularidad con que pasó por el Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales. Esta semana, la bien llevada residencia apareció tapiada y con uno de esos telones que anuncian demoliciones, como se ve en la foto. Había un amparo que no despegó, al parecer por problemas más formales y legales que otra cosa, ya que nunca se llegó a tratar el tema de fondo. Es que el día en que el Consejo trató el caso de Puan hubo un muy sospechoso empate, causado –como se puede ver en el acta del día– porque terminó votando un representante de una institución que tiene voz pero no voto. El supuesto empate, ilegítimo, fue a parar al escritorio del director general Antonio Ledesma, técnicamente el jefe del Consejo y con voto desempatante. Como Ledesma nunca, pero nunca va a las reuniones que le maneja de hecho y sin mandato por escrito la arquitecta Susana Mesquida, no debe haberse dado cuenta de que no había empate alguno, que el Consejo en realidad había votado por preservar el edificio. Ledesma, con suma coherencia, votó por permitir destruirlo.