«Este miércoles, la Comisión de Espacio Público de la Legislatura porteña aprobó un pedido de informes al Ejecutivo sobre las obras en la diminuta plaza de las Madres. Es apenas un triangulito de cemento y plástico con un par de árboles y un par de farolitas que divide el tránsito en Garay y Entre Ríos. Pero, chiquita como es, la placita tiene la distinción de haber costado un ojo de la cara a los contribuyentes porteños: se gastó algo más de medio millón de pesos en remodelar su veredita de cemento peinado y en instalarle sus dos faroles.»
«La placita más cara sigue dando que hablar», Página12.