«Es decir, que los ciudadanos podemos quedarnos tranquilos porque las esculturas que se encontraban en una plaza pública no fueron vendidas y también porque el Gobierno de la Ciudad no está en condiciones de restaurarlas, pero está buscando presupuestos, y mientras tanto están tiradas en la playa de estacionamiento de la Dirección de Monumentos y Obras de Arte (MOA) en el Parque 3 de Febrero. Allí, al menos, le hacen compañía –y esto también se ve en las fotos– al Totem de la plaza Canadá, que fue talado y seccionado en 2008, en otro recordado escándalo del gobierno porteño.
Pero para seguir desenmascarando la farsa, Proteger Barracas entró al sitio web del Ministerio de Ambiente y Espacio Público y se encontró con esta sorpresa: allí se anuncia que en plaza Colombia “… se restauró la fuente y el monumento central con su mástil, se colocó nuevo mobiliario (bancos, cestos, bebederos y cartelería), se optimizaron las luminarias y se plantaron distintas especies arbustivas”.»