«A trece años de su cierre, la Confitería del Molino puede volver a la vida. Diputados consensuó al fin un proyecto para expropiarla que incluye una concesión para que reabra el famoso bar.»
« Las comisiones de Cultura y de Presupuesto y Hacienda de Diputados tomaron los cuatro proyectos sobre el Molino que circulaban por la Cámara y los unificaron en un despacio que salió bien votado, con abundante presencia de miembros y por unanimidad. Los proyectos eran de Piemonte, Pérez, Iglesias, Carrió y Gil Lozano; Coscia, Kunkel, Recalde, Cigogna, Gullo, Conti y García; Gioja y Ferra de Bartol; y Cortina y Alfonsín. La gran diferencia estaba en que algunos contemplaban explícitamente reabrir la confitería y otros no.
El proyecto consensuado simplemente suma y ordena declarar de utilidad pública y sujeto a expropiación a la confitería y a su marca, instalaciones y muebles, con su valor tasado por el tribunal correspondiente de acuerdo con la ley 21.499. Hecho esto, el Ejecutivo tendrá que disponer “en forma inmediata” de los fondos para pagar el edificio y sus contenidos, y restaurarlo “incluidas la fachada y la cúpula”. El siguiente paso será concesionar la confitería en sí –tres subsuelos, el local y el primer piso– “para su uso exclusivo como confitería, restaurant, elaboración de productos de panadería, pastelería y helados, salón de fiestas y usos complementarios permitidos por la normativa vigente”. El concesionario “deberá garantizar la conservación integral de las características de estilo, ornamentos y decoración originales”.
El resto del edificio le queda al Congreso “para la creación de un espacio de promoción cultural, actividades educativas, artísticas, de extensión legislativa, tendientes a fortalecer la vinculación entre ambas Cámaras y la ciudadanía”. Para vigilar que la restauración esté bien hecha, se crea una comisión de cuatro senadores y cuatro diputados.
Según calculan en el Congreso, este proyecto puede llegar al recinto antes de fin de año, con lo que podría ser ley pasado el verano. Con lo que la Cenicienta del Molino al fin podría ir despertándose.»