Una precautelar en Barrio Norte, una protesta muy sofisticada en La Boca, una crítica en Mendoza, un Salamone en peligro y un accidente revelador.
«La Justicia porteña puso un freno –otro freno– a una serie de destrucciones de edificios “desestimados” por esa anómica institución llamada Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales. Fue por pedido de la ONG Basta de Demoler, que cada vez más fiscaliza lo que hace el CAAP y, en este caso, presentó un cuestionamiento de fondo a la manera en que trabaja. Es que la medida precautelar firmada por el juez Otheguy se basa en lo errático del proceso con que se evalúan los edificios en el Consejo.
La medida beneficia una serie de petit hoteles “desestimados” por el CAAP, que usa esa victoriana expresión para dejar que la piqueta haga lo suyo. El Consejo era un grupito que asesoraba al Ministerio de Desarrollo Urbano en temas de patrimonio y se caracterizaba por no discutirle demasiado al ministro de turno. Con el nuevo régimen que creó, gracias a la entonces diputada Teresa de Anchorena y al actual Patricio Di Stefano, una protección especial para todo lo edificado antes de 1941, el CAAP ganó la responsabilidad de vetar o permitir la destrucción de ese universo de edificios.
Así se le sacó el poder de destruir nuestra ciudad a la anónima ventanilla de trámites, tan sugestionable ella. Pero se cayó, naturalmente, en otra situación: el CAAP nunca fue capaz de cumplir esta tarea y el ministerio se aseguró de que no lo fuera. El Consejo vive apurado por Desarrollo Urbano, que ve como una molestia tanto trámite frenador del “progreso”, no tiene presupuesto, sigue siendo un ente ad honórem y ni siquiera tiene un reglamento claro que refleje tanto poder.
Esto es lo que entendió el juez Otheguy, titular del juzgado Contencioso Administrativo 8 de la Ciudad. El juez frenó la destrucción de los edificios de Juncal 2010 y 2080, Junín 1219 y 1279, Arenales 2007, 2023, 2047 y 2095, todos alegremente desestimados por el CAAP. En un escrito preparado por María Carmen Usandivaras, presidenta de Basta de Demoler, se cuestionó el trámite en sí como violatorio de la ley que facultó al CAAP a intervenir. El juez ordenó al gobierno porteño que “tome los recaudos necesarios para impedir cualquier acción que implique alguna alteración en los inmuebles”.»
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UN SALAMONE
«La obra de ese extraño arquitecto, Francisco Salamone, despierta pasiones encontradas. Algunos la aman –como el crítico de arte Ed Shaw, que se dedicó a visitarla entera en un bizarro plan de miniturismo y le dedicó un libro– y otros la odian a primera vista. Y ésa parece ser la reacción del intendente del partido bonaerense de Leandro N. Alem, que está remodelando la plaza de Vedia, planeada por Salamone.
Según avisa la arquitecta Paula Noblia, las obras son una remodelación y no una puesta en valor de un conjunto que es patrimonio cultural bonaerense según la ley 12.854, que protegió especialmente la obra de Salamone. Aunque Vedia es la cabecera del partido y la plaza Rivadavia, a remodelar, queda exactamente enfrente de la intendencia, el proyecto de obra ignora minuciosamente la ley y “moderniza” el lugar.»