«Con lo que los eventos en la plaza Intendente Alvear no deben sorprender. La semana pasada, Basta de Demoler logró un fulminante amparo para que no tocaran los árboles que quedan en el obrador, piezas plantadas en la década de 1890 por Carlos Thays. La ilegalidad de la obra es tan clara, que el juez decretó la paralización en cosa de horas: el lugar es un Area de Protección Histórica, que implica legislación especial y protege los parques de manera particular. Es alucinante que un juez tenga que impedir que se destruya un corredor verde iniciado en la década de 1880 como continuación hacia el Centro del flamante Parque Tres de Febrero.
Tampoco se entiende para qué quiere poner el gobierno porteño la entrada de la estación precisamente en ese lugar, tan alejado de todo. Como se sabe, la esquina de Pueyrredón y Libertador se compone exclusivamente de parques, con el Design Center a un lado y edificios sólo a partir de la esquina en diagonal de Azcuénaga y en ángulo recto de Levene, a casi una cuadra de distancia. Los pasajeros tendrán que caminar un buen trecho…
Lo que seguramente ocurre es que, nuevamente, es más barato destruir unos cuantos árboles, que igual crecen de nuevo, para hacer una obra más barata a cielo abierto. Que esto equivale a ver las plazas como lotes disponibles ni siquiera mella la psiquis macrista, que ve la ciudad entera en esos términos. Que esto permita eventualmente conectar directamente la estación con un shopping es un atractor, una ecuación de lo más oficialista. ¿Habrá locales previstos también aquí?»