Las empleadas del Ejecutivo en el Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales discutían si la poeta Alfonsina Storni vivió mucho, poquito o nada en la casa de Flores. Como siempre, se hacían las de-sentendidas, porque todo se trata de negocios inmobiliarios, no de historia o poesía. La foto muestra por qué tanto apuro: transformada en lote, la casa de la poeta se está “integrando” a sus dos vecinas para crear un lindo terreno apto para torre. Seguramente tendrá ammenities, se venderá muy bien y les garantizará a sus desarrollistas un feliz veraneo con auto nuevo.
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