Lleva a la Legislatura un proyecto que declara patrimonio a un 18% de las calzadas empedradas y faculta al Ejecutivo para disponer de los adoquines removidos. Muchas calles del Casco Histórico quedan a merced del asfalto.
El PRO busca aprobar en la Legislatura porteña un proyecto que protege las calles adoquinadas, pero sólo 1087 de ellas, menos de un 20% de las que hay en la Ciudad. El texto resulta paradójico: a pesar de que deja menos calles protegidas, pide a su vez que se faculte al gobierno de la Ciudad para que decida qué hacer con la cantidad de adoquines que se van quitando porque –argumentan– los depósitos están colapsados.
En principio, los legisladores Francisco «Tito» Nenna (FPV) y Rafael Gentili (Izquierda Democrática) habían presentado proyectos con una intención similar, para declarar patrimonio cultural a las calles empedradas, la red vial terciaria e incluso pasajes. Sin embargo, el Ente de Mantenimiento Urbano Integral (EMUI), dependiente del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, antepuso un proyecto oficial del macrismo, que habla de atender «las problemáticas actuales que nos informan de un nivel de tránsito pesado y liviano cada vez más intenso», y enumera las desventajas del adoquinado, cuyo mantenimiento «exige no solo una inversión que triplica o cuadruplica la necesaria para mantener calles asfaltadas». En base a estas prescripciones, pretende proteger solo 1087 tramos empedrados, por sus características «históricas», sobre un total de 3875.
En realidad, el Ejecutivo porteño admite por otra vía que son más de 3800 las cuadras adoquinadas. Recientemente, elaboró un extenso informe llamado Plan de Acción contra el Cambio Climático 2010-2030, donde especifica que el distrito «tiene un pavimento urbano compuesto por 29 millones de m2 de avenidas y calles.
El 63% son pavimentos asfálticos; el 15%, de hormigón; y el 22%, adoquinados».
Datos oficiales hablan de al menos 25.600 cuadras, denominadas «tramos». El 22% de ellas, las adoquinadas, son unas 6000, por lo que las 1087 «protegidas» sólo constituirían un 18 por ciento.
Peatonalización al ras
Otra de los reclamos de vecinos y organizaciones patrimonialistas respecto del Microcentro y el Casco Histórico se centra en el plan de peatonalización encarado por el Ejecutivo porteño, uno de cuyos principales puntos plantea una nivelación de las calzadas históricas, entre la vereda y la calle, a contramano de cómo fueron pensadas originalmente las calles porteñas desde la época del Virreinato.
La ONG Basta de Demoler se presentó ante la justicia por esta situación en la cuadra de Bolívar al 200.
El Código de Planeamiento Urbano declara la obligación de proteger tramos como ese: en el inciso “a” del punto «4. Obligación de Proteger.
4.1.2.2.7. Conjunto Institucional – Cultural”, especifica: “Aceras y Calzadas: se mantendrán las dimensiones actuales”.
A mitad de año, la justicia también se ocupó de otro amparo, presentado por la Defensoría del Pueblo de la CIudad, esta vez por la remoción del adoquinado en el barrio de Palermo, por ejemplo, en la calle Nicaragua, por la que pasa una antigua vía del tranvía y donde se continuaban realizando obras de extracción y cementado. También hubo reclamos de vecinos por calles de Flores, Caballito, Villa Crespo y Parque Patricios.
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