Es en partes de San Telmo, Monserrat y Constitución en las que hasta ahora se podían hacer torres y alterar el paisaje tradicional de esos barrios. La ley busca un desarrollo inmobiliario coherente.
«La Legislatura aprobó una ley que permite incluir algunas manzanas que habían quedado por fuera de los límites del área de protección histórica que es conocida como APH 1 y que abarcaba hasta antes de la ley el eje San Telmo-Avenida de Mayo. El polígono que se agregó es el que está comprendido por las calles Hipólito Yrigoyen, Bernardo de Irigoyen, Finocchietto, Perú, la avenida Caseros, la calle Bolívar, las avenidas Juan de Garay y Paseo Colón y las calles Cochabamba y Perú, y se denomina área de “amortiguación” porque obliga a “adecuar” los cambios según la estética de cada manzana . Hasta hace poco, esa zona estaba catalogada de una manera que permitía alturas y tejidos que desnaturalizaban el perfil y la historia de los barrios que la contienen. Pero la nueva ley sumó 70 manzanas a las protegidas por limitaciones de altura y 300 nuevos edificios catalogados que no se podrán tocar sin permisos. Entre otras cosas, si se construye se deberá mantener el estilo y sólo se podrán levantar alturas que coincidan con las que hay en cada cuadra. La intención base de este cambio es que todo el área forme parte de una misma unidad histórica, cultural y urbanística.
En algunos casos, la falta de ley que regule las alturas ya fue causa de polémicas y reclamos de los vecinos. Por ejemplo, la Torre Raghsa, en Belgrano 931, y la Torre Alto Grande Alsina, en Alsina 730, sacudieron a Monserrat cuando fueron levantadas con 28 pisos cada una. Pero el caso más recordado y crítico fue, sin embargo, el de la Torre Quartier San Telmo, en Garay y Piedras. En 2010, más de 3.000 vecinos avalaron con sus firmas un amparo para pedir que frenaran su construcción y también la Defensoría del Pueblo apoyó ese reclamo sosteniendo que un edificio tan alto (27 pisos) iba a tener un mal impacto sobre el barrio. Pero como no tenía protección urbanística (la manzana donde se levantó estaba fuera del polígono protegido por pocos metros), el Ejecutivo porteño, en ese momento, respondió que las torres cumplían con la normativa en vigencia y dio luz verde a la enorme torre que hoy puede verse sobresaliendo en el paisaje barrial.
Desde ahora, el Quartier será una mala anécdota para esas 3.000 personas que intentaron frenarlo.»